¿Qué es la enfermedad de Crohn?

La enfermedad de Crohn se llama así en honor al Dr. Burrill B.Crohn, quien publicó un artículo de gran importancia, junto con sus colegas Oppenheimer y Ginzburg, en 1932 describiendo lo que hoy se conoce como la enfermedad de Crohn.

La enfermedad de Crohn pertenece a un grupo de afecciones conocidas como enfermedad inflamatoria intestinal (EII). La enfermedad de Crohn es una afección crónica inflamatoria del tracto gastrointestinal. Los síntomas incluyen dolor abdominal con cólico, náuseas, fiebre, pérdida de apetito, pérdida de peso y fatiga, y, a veces sangrado rectal. El paciente con enfermedad de Crohn, no siempre tiene los mismos síntomas, en ocasiones estos desaparecen y cuando esto ocurre se le llama etapa de remisión.

Al leer acerca de las enfermedades inflamatorias del tracto gastrointestinal, es importante saber que la enfermedad de Crohn no es lo mismo que la colitis ulcerosa. Los síntomas de estas dos enfermedades son bastante similares, pero las áreas afectadas de su cuerpo son diferentes. La enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano, pero la colitis ulcerosa está limitada al colon - — también llamado el intestino grueso -. La enfermedad de Crohn afecta comúnmente la parte donde termina el intestino delgado (el íleon) y donde comienza el colon. La enfermedad de Crohn también puede afectar todo el grosor de la pared intestinal, mientras que la colitis ulcerosa sólo involucra la parte más profunda de la pared intestinal. Por último, en la enfermedad de Crohn la inflamación del intestino puede “saltarse”—dejando áreas normales entre las áreas afectadas por la enfermedad intestinal. En la colitis ulcerosa, esto no ocurre; en sólo el 10 por ciento de los casos las características de la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn coinciden, a esta condición se le conoce como colitis indeterminada.

¿A quién le da la enfermedad de Crohn?

Aproximadamente 1.4 millones de americanos sufren la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.

Ese número está dividido en partes casi iguales entre las dos enfermedades. A continuación hay algunos datos relevantes:

  • Cerca de 30,000 nuevos casos de la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa son diagnosticados cada año.
  • El promedio de personas más frecuentemente diagnosticadas con la enfermedad de Crohn fluctúa entre los 15 y 25 años de edad, pero la enfermedad puede ocurrir a cualquier edad.
  • La enfermedad de Crohn puede ocurrir en personas de 70 años de edad y mayores, y también en niños pequeños. Se estima que un 10% de los afectados tienen menos de 18 años de edad.
  • Los hombres y las mujeres parecen estar afectados por partes iguales.
  • Mientras que la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier grupo étnico, los caucásicos más que cualquier otro grupo. Prevalece más que todo entre la populación judía de la Europa Oriental.
  • Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa son enfermedades encontradas principalmente en países desarrollados, más comúnmente en las áreas urbanas que en las áreas rurales, y más a menudo en climas del norte que del sur. Sin embargo, algunos de estos patrones de enfermedad están cambiando gradualmente. Por ejemplo, el número de casos de la EII está aumentando en partes del mundo en vías de desarrollo, incluyendo China, India y América del Sur.

La conexión genética

Los investigadores han descubierto que la enfermedad de Crohn tiende a repetirse en las familias. De hecho, los parientes de primer grado de una persona afectada por la Ell tienen un riesgo de brote de entre el 5.2 y el 22.5%. También depende de cuál miembro de familia sufre de la EII, etnicidad, y la clase de EII, ya sea enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa. Sus genes claramente tienen un papel importante, aun cuando todavía no se ha identificado un patrón hereditario. Eso quiere decir que actualmente no hay manera de predecir si la enfermedad de Crohn se manifestará en algún miembro de la familia.

Factores causantes

Nadie sabe cuáles son las causas de la enfermedad.

¿Cuáles son algunas de las causas más comunes? La mayoría de los expertos piensa que hay una explicación multifactorial. Esto quiere decir que se necesita un número de factores trabajando en conjunto para dar lugar a la enfermedad de Crohn. Los tres factores principales que se sospecha contribuyen a la enfermedad de Crohn son:

  1. Ambiental
  2. Genético
  3. Una reacción inadecuada del sistema inmunológico del cuerpo

Lo más probable es que una persona hereda uno o más genes que la hacen susceptible a la enfermedad de Crohn. Entonces, algo en el ambiente ocasiona que el sistema inmune responda en forma anormal. Los científicos todavía no han identificado al activador ambiental, pero cualquiera que sea que lo active, provoca que el sistema inmunológico se active y comience a atacar el sistema gastrointestinal; ahí es cuando comienza la inflamación. Desafortunadamente, el sistema inmunológico no se desactiva y la inflamación continúa, daña los órganos digestivos y causa los síntomas de la enfermedad de Crohn.

Signos y Síntomas

A medida que la pared intestinal se vuelve más inflamada y ulcerosa, pierde la habilidad de absorber agua del desecho que pasa por el colon y esto conduce a que progresivamente se aflojen las heces y se produzca diarrea. La pared intestinal dañada puede comenzar a producir exceso de mucosidad en las heces y la ulceración en la pared del intestino puede causar sangrado, dando como resultado heces sanguinolentas. Eventualmente, esa pérdida de sangre puede causar conteo bajo de células rojas, conocido como anemia.

La mayoría de las personas con enfermedad de Crohn sufren de movimiento intestinal urgente, así como dolor abdominal y cólico. Estos síntomas varían de persona a persona y pueden cambiar con el tiempo. Esto puede tener como consecuencia pérdida de apetito y posteriormente pérdida de peso. Estos síntomas, junto con la anemia, pueden conducir a la fatiga. Existe la posibilidad de que los niños que sufren de la enfermedad de Crohn tengan deficiencias en su desarrollo y crecimiento.

Los síntomas pueden variar de leves a severos; los pacientes pasarán por períodos en que la enfermedad rebrota (está activa) y causa síntomas y puede haber otras etapas en las que no hay síntomas, a esos periodos se le denomina remisión” y pueden durar meses o años, aunque los síntomas típicamente regresan en algún momento.

La inflamación también podría causar que se desarrolle una fístula, que es un túnel que va de un bucle del intestino a otro, o que conecta el intestino a la vejiga, vagina, o la piel. Las fístulas ocurren comúnmente alrededor del área anal; si esta complicación surge, podría producirse drenaje de moco, pus, o heces por esta abertura.

Otras afecciones que pudieran ocurrir en algunos pacientes incluyen las constricciones, el estrechamiento de los intestinos; fisuras, desgarramientos en la pared del ano; y abscesos, que se caracterizan por ser una masa sensible llena de pus por una infección.

Además de los síntomas en el tracto gastrointestinal, algunas personas pueden sufrir una variedad de síntomas en otras partes del cuerpo, asociados con la enfermedad de Crohn. Los signos y síntomas de la enfermedad pueden ser evidentes en:

  • Ojos (enrojecimiento, dolor y picazón)
  • Boca (llagas)
  • Articulaciones (inflamación y dolor)
  • Piel (erupciones sensibles, ulceraciones dolorosas y otras llagas/salpullido)
  • Huesos (osteoporosis)
  • Riñones (piedras)
  • Hígado (colangitis esclerosante primaria, hepatitis y cirrosis)

Todos éstos se conocen como manifestaciones extraintestinales de la enfermedad de Crohn porque ocurren fuera del sistema digestivo. En algunas personas éstos pueden ser los primeros signos de la enfermedad, los cuales aparecen aun años antes de los síntomas del intestino. En otros, pueden coincidir con un rebrote de los síntomas intestinales.

Variedad de síntomas

Los síntomas y complicaciones posibles de la enfermedad de Crohn difieren, dependiendo de qué parte del tracto gastrointestinal está afectada. Los siguientes son cinco tipos de la enfermedad de Crohn:

  • Colitis de Crohn (granulomatosa): afecta solamente el colon.
  • Enfermedad de Crohn gastroduodenal: Afecta el estómago y el duodeno (la primera parte del intestino delgado).
  • Ileítis: afecta el íleon.
  • Ileocolitis: es la forma más común de la enfermedad de Crohn que afecta el colon y el íleon (la última sección del intestino delgado).
  • Yeyunoileítis: produce parches desiguales de inflamación en el yeyuno (la mitad superior del intestino delgado).

Patrones de la enfermedad

Enfermedad de Crohn obstructiva/fibroestenosante
El curso de esta enfermedad de Crohn varía de persona a persona y de año en año. Por lo general sigue un patrón de brotes (cuando ocurren los síntomas y empeora la afección) y remisiones, cuando estos desaparecen. Este patrón es el curso crónico de recaídas de la enfermedad de Crohn —también conocido como enfermedad de Crohn obstructiva/fibroestenosante. La enfermedad de Crohn fibroestenosante está caracterizada por la constricción o estrechamiento del intestino.

Enfermedad de Crohn luminal

La enfermedad de Crohn luminal se refiere a la enfermedad de Crohn que causa cambios inflamatorios en el lumen o tubo del intestino. Aproximadamente el 55% de los pacientes con la enfermedad de Crohn luminal están libres de síntomas o en remisión en un año determinado. Otro 15% presenta actividad baja de la enfermedad, mientras que el 30% experimenta una actividad alta.

Un paciente que se mantiene en remisión por un año tiene el 80% de probabilidad de mantenerse en remisión un año más, mientras que aquellos que experimentan la enfermedad activa en el año anterior, tienen el 70% de probabilidad de un rebrote recurrente sintomático el año siguiente.

Enfermedad de Crohn fistulante

Otro patrón de la enfermedad de Crohn es conocido como enfermedad de Crohn fistulante. Las fístulas son canales anormales entre dos bucles del intestino, o entre el intestino y otra estructura (tal como la vagina, la vejiga, o la piel). El riesgo de las personas con la enfermedad de Crohn de desarrollar, de por vida, una fístula es del 20 al 40%. El pronóstico para este tipo de enfermedad de Crohn depende del lugar y complejidad de las fístulas. Sin embargo, la mayoría tiende a recurrir después de tratamiento médico o quirúrgico.

¿Cómo se diagnostica?

El procedimiento para determinar el diagnóstico comienza con el historial médico y familiar completo del paciente, incluyendo detalles completos de los síntomas. También se lleva a cabo un examen físico.

Ya que muchas otras enfermedades pueden producir los mismos síntomas que la enfermedad de Crohn, su médico se basa en varios análisis médicos para descontar otras posibles causas tales como una infección.

Los análisis pueden incluir:

  1. Análisis de las heces: para descartar una infección o para revelar si hay sangre.
  2. Análisis de sangre: para detectar la presencia de inflamación y anticuerpos o anemia.
  3. Colonoscopia y Endoscopia del Tracto Digestivo Superior: se lleva a cabo con un lente o tubo con una cámara y una luz en la punta para mirar la pared de su tracto gastrointestinal. Se pueden obtener biopsias con estos tubos. También hay una cámara miniatura especial que puede ser tragada por el paciente y usada especialmente para evaluar aprox. 2.75mts de intestino delgado que no es fácilmente accesible con los endoscopios.
  4. CT (tomografía computarizada) o MRI (imagen por resonancia magnética) son procedimientos que pueden ser usados para mirar ya sea el grosor de la pared del intestino y/o evaluar si existen fístulas, y obtener fluido infectado en el abdomen conocido como abscesos.
  5. Colografía tomográfica computarizada (colonoscopia virtual): es una técnica relativamente nueva para tomar imágenes de pólipos. El uso de esta técnica en la enfermedad de Crohn no tiene respaldo con investigaciones y es controversial hasta este momento.

Cómo manejar sus síntomas

La mejor manera de controlar la enfermedad de Crohn es tomar los medicamentos tal como lo indica el médico.

Sin embargo, es posible que los medicamentos no eliminen todos los síntomas que está sintiendo. Es posible que continúe teniendo diarrea ocasional, cólicos, náuseas y fiebre.

Aun cuando no haya efectos secundarios o éstos sean sólo mínimos, puede ser fastidioso estar sujeto a un régimen fijo de medicamentos. Sin embargo, es importante saber que controlar los síntomas y puede reducir considerablemente el riesgo de brotes de la enfermedad de Crohn. Entre brotes, la mayoría de las personas se sienten bastante bien y libres de síntomas.

Otras consideraciones

Cirugía

Muchas personas con enfermedad de Crohn responden bien al tratamiento médico y nunca tienen que someterse a una intervención quirúrgica. Sin embargo, entre el 66 y el 75% de individuos pueden requerir cirugía en algún momento durante su vida.

La cirugía podría ser necesaria cuando las terapias médicas ya no controlan bien la enfermedad. También puede servir para reparar una fístula
o fisura. Otra razón para una intervención quirúrgica es la presencia de una obstrucción intestinal como una constricción (un segmento estrecho del intestino), u otra complicación como un absceso abdominal. En la mayoría de los casos el segmento afectado del intestino y cualquier absceso asociado con éste son extirpados. Esto se llama una resección. Por lo general los dos extremos del intestino que están en buen estado se unen en un procedimiento llamado anastomosis. Mientras que la resección y la anastomosis pueden permitirle vivir muchos años libre de síntomas, esta cirugía no es considerada como una cura para la enfermedad de Crohn, ya que los síntomas frecuentemente recurren en o cerca del lugar de la reparación.

También es posible que se requiera un estoma, si se lleva a cabo la cirugía para la enfermedad de Crohn. Después de que los cirujanos extirpan el segmento del intestino, desvían el intestino delgado a la piel para que la materia fecal pueda vaciarse a una bolsa externa adherida al abdomen. Es posible que sea necesario este procedimiento si el recto está afectado y se requiere su extirpación. Sin el recto, no se puede llevar a cabo una anastomosis; en este caso, el estoma es permanente. También se puede formar un estoma si la infección o inflamación es severa y una anastomosis inmediata no es segura. Bajo estas circunstancias, el estoma por lo general es temporal y se podría cerrar después de varios meses, una vez que la inflamación o infección severa se haya controlado.

El propósito de la cirugía en la enfermedad de Crohn es conservar el intestino y permitir al individuo volver a tener la mejor calidad de vida posible. Sin embargo, a diferencia de la cirugía para la colitis ulcerosa, la cirugía para la enfermedad de Crohn no ofrece una cura.

Dieta y nutrición

Es común preguntarse si ciertas comidas contribuyen o causan la enfermedad de Crohn. La respuesta es “no.” Sin embargo, una vez que la enfermedad se ha desarrollado, los síntomas pueden disminuir si se presta atención a la dieta, pues se reemplazan nutrientes perdidos y se promueve curación.

No hay una sola dieta o plan alimenticio beneficioso para todos los que sufren de la enfermedad de Crohn. Las recomendaciones dietéticas deben ser formuladas para cada paciente, dependiendo de la parte afectada del intestino y los síntomas que se presenten.

La enfermedad de Crohn varía de una persona a otra y aun la misma persona puede experimentar cambios con el paso del tiempo. Lo que fue beneficioso para una persona no necesariamente lo será para otra.

Podrá haber momentos en que puede ser beneficioso modificar la dieta, particularmente durante un brote. El médico puede recomendar dietas diferentes en diferentes ocasiones, incluyendo las siguientes:

Dieta baja en sodio:

se recomienda durante terapia con corticosteroide para reducir la retención de agua.

Dieta baja en fibra:

para evitar oclusiones en los pacientes con la enfermedad de Crohn quienes tienen estrechez y evitar estimulación del movimiento intestinal en la enfermedad de Crohn.

Dieta baja en grasas:

típicamente recomendada durante un brote de la enfermedad de Crohn cuando la absorción de grasas pudiera convertirse en un problema.

Dieta libre de lactosa:

para aquellos que tienen intolerancia a los productos lácteos.

Dieta alta en calorías:

para quienes sufren de pérdida de peso o retraso en el crecimiento.

Algunos pacientes con EII pueden tener deficiencias de ciertas vitaminas y minerales (incluyendo la vitamina B-12, ácido fólico, vitamina C, hierro, calcio, zinc, y magnesio) o tener dificultad para ingerir suficientes alimentos y obtener las calorías necesarias. Su médico puede identificar y corregir estas deficiencias con suplementos vitamínicos y nutricionales.

Mantener un diario de los alimentos que se consumen puede ser de gran ayuda y permitir ver la conexión entre lo que se come y los síntomas que pueden surgir. Si ciertos alimentos le están causando problemas digestivos, trate de evitarlos. Aun cuando algunos alimentos específicos no empeoran la inflamación subyacente de la enfermedad de Crohn, ciertos alimentos tienden a empeorar los síntomas. Algunas sugerencias útiles:

  • Reducir la cantidad de comida grasa o alimentos fritos en su dieta, los cuales pueden causarle diarrea y gas.
  • Comer porciones más pequeñas a intervalos más frecuentes.
  • Limitar el consumo de leche o productos lácteos si tiene intolerancia a la lactosa.
  • Evitar las bebidas gaseosas si tiene problemas excesivos de gas.
  • Limitar la cafeína cuando tiene diarrea fuerte, ya que la cafeína puede actuar como laxante.
  • Los alimentos blandos y suaves pueden tolerarse mejor que los alimentos picantes o muy condimentados, aunque no siempre.
  • El limitar el consumo de ciertos alimentos que contengan mucha fibra tales como las nueces, las semillas, y los vegetales crudos podrían disminuir sus síntomas, especialmente si tiene un segmento estrecho de intestino.

Es importante mantener una nutrición apropiada en el manejo de la enfermedad de Crohn. La buena nutrición es esencial en cualquier enfermedad crónica, pero especialmente en la enfermedad de Crohn. El dolor abdominal y la fiebre pueden causar pérdida de apetito y pérdida de peso. La diarrea y el sangrado rectal pueden robarle al cuerpo fluidos, minerales, y electrolitos. Estos son nutrientes en el cuerpo que deben permanecer balanceados para que el cuerpo funcione adecuadamente.

Eso no quiere decir que el paciente deba comer ciertos alimentos y evitar otros. La mayoría de los médicos recomiendan una dieta bien balanceada para evitar la deficiencia nutricional. Una dieta saludable debe incluir una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios. La carne, el pescado, el pollo y los productos lácteos (si los tolera) son fuente de proteína; el pan, los cereales, almidones, las frutas, y los vegetales son fuente de carbohidratos; la margarina y los aceites son fuente de grasas. Un suplemento dietético como un complejo multivitamínico puede ayudar a suplementar su dieta.

Estrés y factores emotivos

La enfermedad de Crohn afecta prácticamente cada aspecto de la vida de una persona y existen preguntas sobre la relación que existe entre esta enfermedad, el estrés y los factores emotivos.

Aunque los brotes a veces están asociados con situaciones o períodos estresantes, no hay pruebas de que el estrés cause la enfermedad de Crohn. Lo más seguro es que el estrés emocional que las personas experimentan en ciertas ocasiones sea una reacción a los síntomas de la enfermedad misma. Individuos que sufren de la enfermedad de Crohn necesitan comprensión y apoyo emocional de sus familias y médicos. Debido a que la depresión puede estar asociada con enfermedades crónicas, su médico puede recomendarle un medicamento antidepresivo y/o referirlo a un profesional de la salud mental. Aunque la sicoterapia formal por lo general no es necesaria, algunas personas se benefician cuando hablan con un terapeuta que está bien informado acerca de la EII o con las enfermedades crónicas en general.

Consejos al paciente

  • Manténgase informado sobre su padecimiento. De esta manera podrá implementar las medidas benéficas para la enfermedad y evitar los aspectos que pudieran ser perjudiciales.
  • Establezca una comunicación constante con sus médicos. Aproveche la visita médica para aclarar cualquier duda sobre la enfermedad o el tratamiento indicado.
  • Sea constante. Para que el tratamiento sea exitoso a largo plazo visite al médico regularmente y siga el tratamiento en la forma indicada.
  • No se automedique y consulte siempre a su médico antes de probar cualquier tratamiento recomendado por alguien más.
  • Procure descansar cuando lo requiera y de acuerdo a la recomendación de su médico.
  • Practique yoga, meditación y/o ejercicios de relajación para disminuir la tensión emocional y mejorar el estado de ánimo.
  • Trate de cultivar sentimientos y actitudes positivos, y evite concentrarse en los negativos.
  • Consulte siempre a su médico antes de recurrir a la medicina alternativa.
  • Platique con sus familiares respecto a las características de su enfermedad y sus opciones de tratamiento, a fin de que puedan ayudarle.
  • Pregunte a su médico acerca de algún grupo de autoayuda, constituido por pacientes con la misma enfermedad. Esto suele resultar de gran apoyo para saber más, compartir experiencias y, por ende, tener una actitud más positiva hacia el padecimiento.
  • Busque ayuda en grupos de apoyo y asociaciones civiles que entiendan y compartan su condición de salud. Recuerde que no está solo.
  • Establezca un horario más o menos fijo para acostarse y levantarse todos los días.
  • Procure relajarse antes de dormir: medite, tome un baño caliente, lea algún material placentero, escuche música suave.
  • Evite prender la televisión e intentar dormir con ella.
  • Haga algo de ejercicio previo, pero no intenso, sino suave y de relajación.
  • No ingiera cafeína o alcohol durante la tarde y la noche.
  • Evite las comidas abundantes antes de dormir; si cena, que sea ligero.
  • Si tiene problemas para dormir, consulte a su médico. No se automedique.